Grupo CAP es el principal productor de minerales de hierro y pellets de la costa americana del Pacífico, el mayor productor siderúrgico en Chile y el más importante procesador de acero del país. Desde 2019, la compañía está cumpliendo un rol fundamental en las obras de construcción del Puente Chacao, que unirá la Isla grande de Chiloé con el continente. "Las características de este puente exigen materiales de alta resistencia, insumos de características superiores a las normales que se venden en Chile. Debe ser una obra que resista la alta sismicidad del país, las fuertes mareas, vientos potentes y alto peso. Por lo tanto, necesitábamos usar un material que fuese un 30% más resistente, para utilizar un 30% menos de acero tradicional. Por ejemplo, para esta obra desarrollamos diámetros que no existían en el mercado", señala Luis Alberto Castro, gerente de Negocios de Construcción de CAP.

El Puente Chacao tendrá un largo aproximado de 2.750 metros, es una estructura colgante, por lo que necesita tener tres grandes pilotes, uno en la zona norte del puente, otro en la zona sur y uno ubicado en la parte central. "Este puente va a ocupar cerca de 34 mil toneladas de barras de acero. Para que nos hagamos una idea de la magnitud, un edificio normal de cinco a seis pisos, utiliza cerca de 400 toneladas. Estas 34 mil toneladas son suministradas íntegramente por CAP, y dentro de esa cifra, cerca de 20 mil toneladas corresponden al acero especial mencionado", cuenta Luis Alberto Castro.

Respecto del acero utilizado para los tres pilotes de la estructura del puente, el gerente de Negocios de Construcción de CAP Acero comenta que "en la zona norte del puente, se utilizarán 12 mil toneladas de barras de acero, en pilotes, anclaje y pila; para la zona central, serán 15 mil toneladas de barras, para pilotes y pila; y para la zona sur del puente, 8 mil toneladas de barras de acero para pilotes, anclaje y pila". Este es el primer proyecto que se construye en Chile que exige una vida útil de 100 años, lo que marca un hito muy relevante, teniendo en cuenta que "una estructura normal, a los 20 o 30 años empieza requerir mantenciones. En ese sentido, la solución se da por el lado del hormigón que revestirá el acero, lo que asegura la extensión de la durabilidad, dada las condiciones climáticas de la zona", concluye Luis Alberto Castro.